Al recolectar ejemplares vivos, se recomienda tratar con cuidado todo el material biológico que se deba tocar, ya sea al desplazar con cuidado rocas, plantas o corales, para buscar bajo ellas aquellas especies que nos interesan. Así mismo es recomendable colectar solo el material necesario, no depredando más de lo que se necesite, y dejando los ejemplares jóvenes o en desarrollo, fuera de nuestra recolección. Así permitiremos el crecimiento de estas poblaciones de moluscos y a futuro, los coleccionistas y público en general, tengan acceso a ellos. También se recomienda utilizar la fotografía digital para registrar la forma y ambientes en los cuales viven los moluscos sin necesidad de recolectarlos o alterarlos.Existe una opción más avanzada de recolección, relacionada con el buceo semiautónomo, esto es la búsqueda debajo del agua de conchas en su hábitat natural. Para ello, cuando las condiciones y los méritos personales de esta actividad deportiva lo permiten, es obvio que la calidad de la recolección de especies, nos entregará ejemplares mucho más difíciles de conseguir y de mejor calidad y belleza. Además de poder descubrir un mundo nuevo.
Para conservar los especimenes, es recomendable, primero haberlos limpiado con cuidado, ya sea con un cepillo de dientes, algún instrumento agudo (para desprender adherencias naturales), palillos con algodón, etc. En el caso de que sea material muerto, es recomendable usar vaselina microcristalina a objeto de hidratar la superficie de calcita de la concha. Con ello además es posible la recuperación al menos de un porcentaje importante de los colores de la concha.
Una vez efectuado el procedimiento señalado, viene la etapa de almacenaje, considerando que normalmente no siempre tenemos todo el espacio que nos permita exhibir una colección muy grande. Para ello es recomendable algún tipo de gabinete con bandejas, cajitas, bolsas con cierre por presión, cajitas vacías de rollo de películas, etc. La idea es que nuestra colección esté protegida de los daños mecánicos y así no pierdan valor estético los especimenes. Es recomendable además no exhibir las conchas en lugares expuestos al sol, ya que si es así, al cabo de un tiempo irán perdiendo sus tonalidades naturales.
A medida que aumenta nuestro aprecio y conocimiento por estas particulares formas proporcionadas por la naturaleza, es más que seguro que en tu andar habrás conocido a otras personas que también han desarrollado esta afinidad por los moluscos. Es común que encuentres así, coleccionistas avanzados y sitios en donde se pueda canjear o adquirir algunas caracolas de tu interés, incluso provenientes del extranjero.
En algún momento, colocaremos algunas direcciones donde puedas tener información más adecuada.
¡BUENA SUERTE!
¡Cuidando a los moluscos cuidamos a la naturaleza!